Los celos desmedidos resultan una terrible cárcel


Los celos pueden ser vistos como una muestra de cuidado, de atención e incluso de amor, pero lo cierto es que los celos resultan una piedra de tranca en el engranaje de cualquier relación.

Quien cela de manera desmedida está preso de sus inseguridades y ve en cualquier parte una amenaza, no confía en sí mismo, en su pareja o en su relación. Se le hace difícil no crear una película en su cabeza donde todo lo que atente contra su relación esté presente.

Si las personas celosas pudiesen guardar sus celos para sí mismos, el problema los afectaría exclusivamente a ellos, sin embargo, esto se presenta solo en los casos de amores platónicos, ya que en términos generales suelen exteriorizarlos, en una incesante búsqueda de control sobre su pareja.

La pareja de quien cela, independientemente de su naturaleza, verá sus espacios y su libertad reducida, la persona celosa intentará ajustar todos los parámetros posibles con tal de sentir la seguridad que no puede obtener por sí mismo.
La persona celosa intentará tener influencia en la agenda de la persona, cuestionando la distribución de su tiempo, en los lugares que frecuenta, en las personas con las que interactúa, en la vestimenta, en el uso de su teléfono, en la dirección de su mirada, en fin… en todos los aspectos que definen el espacio de la otra persona.
Es agobiante vincularse con una persona que no tiene control de sus celos, resulta desgastante y altamente irritante. Si no son tomadas oportunamente medidas, se puede fácilmente perder la identidad en el intento de no afectar a quien no logra entender que no ha adquirido una posesión, sino que se ha vinculado afectivamente a alguien que por derecho tiene un espacio, familiares, amigos, interacción social, hobbies, trabajos… una vida.
Esta cárcel es difícilmente soportable por alguien que tenga una autoestima en niveles altos. Si la persona no es sumisa y no se adapta al intento de control, se generan grandes conflictos y si sí lo es, se generan otros tipos de conflictos que perjudican a la víctima del celoso y generan ventaja y tranquilidad en quien cela.
Todos debemos entender que en condiciones normales, las personas están donde y con quien quieren estar, que no es necesario recortar espacios, si alguien desea estar con nosotros y respetarnos lo hará, independientemente de lo que nosotros hagamos para que eso ocurra y que si no lo desea, no habrá control que pueda evitarlo.

Así que aprendamos a relajarnos, a darnos espacios y respetarnos en pareja como seres independientes buscando transitar un camino juntos. Lo que está a nuestro alcance siempre es ser lo mejor que podamos para nosotros y para nuestra pareja, dar lo mejor y esperar lo mejor.


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