Hay tres palabras que pueden cambiar el mundo para
siempre: EMPIEZO POR MI
No le
corresponde al mundo dictar sentencia sobre la hermosura de nuestras curvas.
Nuestra belleza no depende de unos kilos de más o de menos, de una figura
moldeada, de que tengamos más o menos arrugas o de una melena brillante.
Una mujer no es hermosa pos
sus zapatos, por su ropa, por su figura o por los seguidores que tenga en
internet. No, tampoco nuestra celulitis lo decide, ni nuestra manicura ni nuestros
tacones a la última moda.
No todo lo pequeño es
femenino. No todo lo femenino es frágil. De hecho, no conozco nada más femenino
que una enorme sonrisa perfilando una mirada fuerte y feliz. Sin pintalabios y
sin colorete, porque al natural una mujer es mucho más bella.
Nuestra belleza depende de la magia que desprenda
nuestro corazón, de lo que nuestra sonrisa irradie cuando se dibuja en nuestro
rostro. Sabes, eres la mujer más hermosa del mundo, solo tienes que mirarte al
espejo y decírtelo cada día.
Naciste para ser
real, no para que te digan cómo ser “perfecta”
“La curva más bonita de una mujer es su sonrisa.”
-Bob Marley-
El impacto que tiene la
sociedad en cómo nos percibimos a nosotras mismas se refleja en las falsas
expectativas que creamos sobre nuestra belleza, en lo que nos permitimos
mostrar y en lo que nos empeñamos por ocultar.
Es probable que hayamos
alcanzado tal punto de convicción sobre esto que solo nos sintamos bien yendo
bien depiladas, bien maquilladas y bien vestidas. Esto es bueno siempre y
cuando no suframos por autoimponernos un canon de belleza. En cualquier caso,
lo importante es quererse para sentirse cómoda.
¡Quiérete, mujer!
No hay mujer más inteligente que la que sabe hacerse
respetar. No hay mujer más bella que la que tiene un gran corazón. No hay mujer
más fuerte que la que cree en sí misma. No hay mujer más admirable que la que
tiene dignidad. No hay mujer más elegante que la que es una dama. No hay mujer
más sana que la realmente se conoce. No hay mujer más feliz que la que se sabe
valorar.
Cuida al amor de tu vida, al
más importante, al que nunca te abandona. Cuida el amor que sientes por ti y
quiérete. Porque amarte te hará hermosa y escribirá una canción en tu corazón.
Sonríe al pensar en ti
misma, quiérete por lo que eres y no por lo que los demás piensen de ti. Date
cuenta de que lo que llamas defectos son facultades que te hacen única.
Recuerda que naciste siendo
real, no una invención de la sociedad. No desees ser nadie más que tú. Si
quieres la luna, estírate y cógela, porque todo lo que puedas imaginar está más
cerca de lo que esperas.
Estamos de acuerdo en que
los años no pasan en balde para nadie, que las preocupaciones a las que estamos
sometidos hacen mella en nosotros, pero una mujer puede ser siempre bella si se
atiende y se sonríe.
Guarda en un buen lugar toda
lo bueno que puedas recoger a tu alrededor, hazte consciente de lo que aportas
a tu entorno, no te repitas que debes adelgazar, peinarte o maquillarte. Piensa
que debes cuidarte y que la única manera de verte hermosa es sonreír.
Quizás no le podamos pedir a nuestra piel la
elasticidad de la juventud, pero sí que podemos exigírselo a nuestra sonrisa.
Dale a cada día la oportunidad de ser el mejor día de tu vida. Recuerda este
mensaje, porque solo tú puedes hacerte sentir hermosa a ti y a las mujeres que
tengas a tu alrededor…
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