Permanentemente tenemos ante
nuestros ojos opciones al momento de tomar decisiones, algunas más sencillas,
otras más complejas y trascendentales, con consecuencias inclusive de vida,
para las cuales no necesariamente vemos con claridad qué es lo que resulta más
conveniente.
Evaluamos racionalmente las
alternativas, hacemos listas de chequeo, pensamos en cada una de las
consecuencias imaginando los posibles escenarios y muchas veces no tomamos en
consideración aquello que justamente determinará cuál resulta la mejor opción y
es sencillamente la que nos genere paz.
sto no quiere decir que
decantemos por la opción más inerte, más fácil, más aburrida, ni la que encierre
menores riesgos, quiere decir la que nos conecte con nosotros mismos, la que
cerrando los ojos y silenciando nuestra mente podamos sentir que es la que nos
colocará justo donde debemos estar y la que no solo resultará en beneficios
propios sino que será la más conveniente para la mayoría de los involucrados.
“Todos tenemos un Hitler dentro, pero también amor y
paz. Entonces, porqué no le das una oportunidad a la paz?” ― John Lennon.
Nuestra intuición no es más
que la voz que nuestra alma invita a escuchar y ella siempre buscará acercarnos
a lo que nos genere paz, tranquilidad, serenidad aun en situaciones de
turbulencia, aún en situaciones que no queremos afrontar, pero que resultan
necesarias para nuestro crecimiento.
Debemos aprender a decidir
sin escuchar a nuestro ego, que por lo general es el encargado de meternos en
problemas y hacer de nuestra vida un drama continuo, por lo general él actúa
desde el miedo, desde su necesidad de conservación y tristemente siempre se
siente amenazado. Para él siempre está latente la posibilidad de su anulación,
el simple hecho de dejar de identificarnos con él lo hace sentirse en un riesgo
de muerte y tratará por todas las vías de llamar nuestra atención, procurando
que sus manifestaciones, su presencia se sienta en cada uno de nuestros
intentos por liberarnos de él.
El ego se hace sentir en la
medida en que le demos la libertad de actuar por nosotros, por encima de
nuestra consciencia superior. Por lo que cuando de tomar decisiones se trata,
debemos hacer lo posible por no darle tanta importancia y decidir desde el
corazón, que siempre procurará dar a nuestra vida la paz que muchas veces no
sabemos identificar.
El corazón nos hablará, pero
debemos identificar su voz, si nos genera zozobra, la voz está siendo usurpada.
Estemos atentos a las señales que nos intentan guiar y a partir de ellas
actuemos y decidamos, porque si lo hacemos desde el corazón, no tenemos manera
de equivocarnos de camino.
Este articulo fue realizado gracias a mujer.guru Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
Comentarios
Publicar un comentario