9 signos de que una relación está terriblemente mal (gaslighting)

Gaslighting se define como una forma de manipulación (en el extremo suave), abuso emocional, o incluso la guerra psicológica (en el extremo extremo) que resulta en el lento desmantelamiento de la confianza en sí mismo de la persona que lo sufre. ¿Qué hace que alguien sea vulnerable a experimentar gaslighting, y cuáles son las señales de advertencia de gaslighting?
IMAGEN: DANNY QUIRK
Tres necesidades principales que prepararon el escenario para el gaslighting. En ningún orden en particular, estos incluyen:

-Nuestra necesidad de ser querido.
-Nuestra necesidad de ser amado.
-Nuestra necesidad de ser entendido.

Estas necesidades son parte de ser humano, y están cableados en la mayoría de nosotros.
El lado positivo de estas necesidades es que nos motivan a formar conexiones cercanas y amorosas con otros seres humanos, que es saludable. El lado oscuro es que estas necesidades, cuando se combinan con ciertas tendencias, hacen a las personas vulnerables al gaslighting. Entre estas tendencias están:

-Tendencia de dudar en sí mismo.
-Tendencia de querer agradar a otras personas.
-Tendencias evitadoras de conflictos.

¿Alguna de estas tendencias te suenan familiares? Si es así, puede que tengas que prestar atención a la posible presencia de gaslighting en tus relaciones. Es más probable que ocurra cuando las personas entran en relaciones que contienen una diferencia sustancial de poder situacional o relacional, como cuando una persona es especialmente vulnerable debido a la pérdida de un trabajo o sufre de temor al abandono debido a una pérdida o trauma previo. Ten en cuenta que no es la necesidad de ser amado, querido, o entendido que es el problema; Es la combinación de estas necesidades con las tendencias y los hábitos específicos que hace a individuos susceptibles al gaslighting.



Aquí están las 9 muestras que indican que tu relación está muy mal y estas sufriendo de gaslighting.

-Te sientes atraído por la otra persona y constantemente te culpas a ti mismo cuando las cosas van mal en la relación, mientras que la otra persona no asume ninguna responsabilidad.

-Frecuentemente te cuestionas y preguntas si tus percepciones de una situación son exactas. Con el tiempo, puedes incluso cuestionar tu cordura.

-Concluyes que eres "demasiado sensible" y debes "superarlo" cuando algo de la otra persona te molesta o te duele.

-Ocultas el comportamiento de tu pareja de amigos y familiares (o mientes sobre ello), porque sabes que algo está mal, pero no estás seguro de qué es exactamente.
Comienzas a alejarte de amigos cercanos o familiares.

-Te resulta cada vez más difícil tomar decisiones porque piensas que no puedes hacer nada bien.

-Notarás que tu autoestima se desploma y comienzas a sentirte deprimido y autocrítico. Incluso puedes sentirse inútil y no merecer el amor.

-Tu memoria parece nebulosa y tienes dificultades para recordar lo que sucedió durante los conflictos con la otra persona.

-Los conflictos con la otra persona casi nunca son productivos. Por lo general, resultan en la otra persona jugando a la víctima, incluso si se han comportado irracional o abusivamente.

-Notas que a veces te fastidias invalidando y cuestionando tu propia realidad y experiencias.


Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.

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