Si tienes la suerte de trabajar con niños, es muy probable
que te hayas preguntado cómo capacitar a tus jóvenes para que se conviertan en
los adultos más productivos y exitosos que puedan ser. ¡Bien por ti! Trabajar
para elevar e inspirar a la generación más joven es una de las mejores cosas
que puedes hacer. Pero, ¿cuál es la mejor manera de hacer esto? ¡Aquí están las
siete mejores maneras de potenciar las mentes jóvenes!
¡Alienta!: Hay un viejo adagio que dice que por cada
crítica que le hagas a un niño, debes felicitarlo 10 veces, y esto es
definitivamente es verdad. Mientras trabajas con niños, tratar de mantenerte siempre
positivo.
Planea para el futuro: A veces, solo basta saber que
alguien cree en ti para tener la confianza suficiente de asumir nuevos retos. Pasa
algún tiempo con los niños en su vida y habla con ellos sobre sus metas
futuras. Sé una caja de resonancia para ellos.
Proporciona sugerencias concretas Las personas se
benefician más cuando le dan sugerencias específicas para alcanzar sus metas.
Dales consejos sobre carreras, cómo ganar las mejores becas universitarias y
elegir a sus amigos sabiamente. Los niños entienden que has tenido su edad
antes, y las posibilidades son altas que aprecien escuchar tus pensamientos.
Hacer tiempo para el tiempo solo: Los niños reaccionan muy
bien cuando saben que hay un adulto que se preocupa por ellos. Muéstrale a los
niños que tú desea verlos tener. ¡Nunca es demasiado temprano para comenzar a ser
el mentor de alguien! Quién sabe ... puedes incluso inspirar a que ellos se
conviertan en mentores cuando lleguen a la edad adulta.
No los hagas sentir mal: Incluso si no estás de acuerdo con
algo que un niño dijo o creyó, intenta apoyarlos y no los hagas sentir mal.
Parte de crecer es explorar tu sistema de creencias y sacar conclusiones.
¡Dales el espacio seguro que necesitan para hacer eso! Recuerda ... por cada
crítica, 10 felicitaciones.
Enséñales la atención plena: Todos los adultos saben que
mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida puede ser difícil, por lo que
nunca es demasiado pronto para empezar a enseñar a los niños estos hábitos.
Habla con los niños sobre la atención plena, la importancia del tiempo en la
familia y los valores del trabajo duro y el ingenio. Sólo pasar unos minutos
hablando de cómo manejar sus emociones y practicar el autocuidado tendrá un
impacto de por vida en las personas a las que llegue.
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