La vida siempre nos da señales…aunque algunas veces no nos gusten

Aprender a leer en el libro de la vida, es un misterio para muchos, para otros, resulta tan natural dejar que las cosas fluyan y simplemente adaptarse al día a día, que resultan personas difíciles de sorprender, por el contrario, se toman los sucesos de la vida con tal naturalidad, que rara vez podrás alterar su estado de plenitud y consciencia.
No actuamos correctamente porque tenemos virtud o excelencia, sino que las tenemos porque hemos actuado correctamente. Aristóteles

Ocurre que la vida, el universo, la cosmogonía, nos envía señales constantemente, ante esas grandes dudas, ante las decisiones más trascendentales, ante las opciones y las oportunidades que se nos presentan en la vida, siempre tenemos la presencia de señales, pero generalmente no las percibimos o sencillamente nos negamos a percibirlas, o bien porque no están acordes a nuestros deseos, o porque estamos muy inmersos en nuestros pensamientos.

Todo en la vida es causa-efecto, vemos como todo aquello que generamos, tarde o temprano tiene sus consecuencias, las personas vienen y van, las cosas materiales algunas veces faltan y otras sobran, pero como sea, siempre el universo sigue su curso de la vida y en cada destello, la intuición, la inspiración y el apoyo de los afines se hace presente.


El mayor misterio del mundo es que resulta comprensible. Albert Einstein

En muchas ocasiones nos ocurren cosas inesperadas, nos toma la vida por sorpresa, para bien o para mal, y entonces, cuando menos pensamos, recibimos un consejo de alguien que no esperábamos, recibimos una llamada, un alerta, una nueva alternativa, un viaje o un cambio, se puede presentar de muchas maneras, antes o después del suceso y simplemente no nos damos cuenta de ello, porque vivimos inmersos en el pasado o en el futuro que aún no se hace presente…y entonces ¿cómo podemos estar atentos a estas señales si no vivimos en el ahora?..

Las señales de la vida llegan, se muestran, se hacen sentir y es menester de cada quien, estar alertas a ello, no en angustia permanente, no en zozobra ni en una expectativa constante, sino en sosiego, alertas a cada sonido y a cada percepción que toca nuestra alma, a esos pensamientos que sentimos nos susurran al oído, a esas personas que pasan como estrellas fugaces y muchas veces no entendemos el sentido de su paso por nuestra vida, a esos instantes en los que realmente nos sentimos conectados con esa ley maravillosa que rige el universo y que dura tan pocos instantes que olvidamos rápidamente.


Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad. Albert Einstein

Aprender a leer y recibir las señales de la vida, nos enseñará que jamás se es lo suficientemente feliz o infeliz, que todo depende de nuestra actitud, de nuestra capacidad para ser compasivos, para tolerar y para saber poner fin a aquello que ya no nos resulta sano, de esto siempre se encarga la vida, de estos avisos, de estas alertas, pero nos resulta complicado aceptarlo.

Aunque algunas veces no nos guste lo que se nos muestra, más vale tener la claridad de mente y pensamientos para ver la verdad que se nos presenta, más vale enfrentarse a una corta pena que a una vida de sufrimiento por habernos negado aquello que siempre fue tan evidente…

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